miércoles, 8 de diciembre de 2010

Todavia con la resaca del puente

Estamos a miércoles, último día del tan esperado puente de Diciembre, que nos iba a servir para desconectar de nuestros quehaceres diarios, para descansar y para afrontar la recta final de este año con las pilas recargadas. Pero las cosas se torcieron y para muchos más que un descanso ha sido una pesadilla.

Las cosas se enturbiaron a mediados de semana con la no asistencia del Presidente del gobierno a la cumbre Iberoamericana, hecho cuanto menos extraño y bastante sorprendente, tanto para la diplomacia exterior como para los medios de comunicación. Con un recorte airoso, como si de Messi encarando el área se tratará, el ejecutivo se justificó diciendo que la ausencia del Presidente venia motivada ante una llamada de los países miembros para su asistencia el domingo a una reunión en la que se valoraría la situación económica actual de España.

Sin embargo, el viernes fue un día álgido en acontecimientos desastrosos para nuestra imagen exterior y para nuestra economía.

Por la mañana, se aprueba en Consejo de Ministros un decreto que intenta remendar el "lío" en el que se encuentra el ministro de Fomento con respecto a los controladores aéreos, primero se propone en el mes de Febrero que no superen las 1670 horas de trabajo anuales, para con ello intentar limitar un poco sus elevados ingresos, entre otras cosas, y ahora cuando se comprueba que gracias a esa medida, que había sido poco meditada, la mayoría de los controladores no podrán seguir en sus puesto de trabajo a partir de mediados del mes de Diciembre porque se pasan del numero de horas de trabajo permitidas, se trata con el mencionado Decreto del viernes remendar lo no tiene aparente arreglo, mitigando los privilegios de un colectivo altamente privilegiado por los distintos gobiernos que ha tenido y tiene este país, pero a la vez selecto, unido y con mucho poder de reivindicación.

Así fue, a media tarde, la fuerza del colectivo de controladores quedó puesta de manifiesto con un caos total, tras el abandono masivo de las torres de control, el cierre del espacio aéreo español, miles de pasajeros tirados en los aeropuertos y las perspectivas económicas de muchos empresarios por los suelos.

Todo esto pilla con el pie cambiado a la clase política gobernante, que tarda 24 horas en reestablecer la normalidad en el espacio aéreo español, para lo que necesita de dos gabinetes de crisis y de un decreto que termina por poner al país en Estado de Alarma por primera vez en 35 años.

En unas horas, pasamos de un estado democrático a un estado de alarma con la militarización de la los controladores aéreos (la militarización es en realidad de toda la función publica, es decir, de todos los funcionarios, si leemos detenidamente el decreto del Sabado).

Entre medias de todo esto apareció la opinión publica, de los cientos de miles de pasajeros que se han quedado sin vacaciones, que no se pudieron incorporar a sus puestos de trabajo por no poder volar, que no han podido acudir a las citas medicas u operaciones que tenían marcadas, etc. y de los millones de ciudadanos que seguian atónitos por los escasos medios de comunicación que informaban de la situación que se esaba viviendo.

Esas realidades personales de cada afectado son las que han provocado que se exaltaran los pasajeros convertidos en involuntarios protagonistas en contra de un colectivo de controladores que se encuentran desde el viernes en la diana de todos los dardos, hecho que cuenta con todos los parabienes del gobierno que se frota las manos ante su salida airosa, por lo menos de momento.

Ante todo este chorreon de acontecimiento nuestro Presidente del gobierno decidió que no era el momento de salir a la palestra y se quedó hasta el acto de la Constitución del pasado lunes, metido entre bambalinas sin salir a escena, para eso ya estaba la ministra de defensa, el ministro de fomento y el ministro del interior, que en la medida de los posible y haciendo gala de un buen pase torero esquivaron las preguntas malintencionadas de algunos medios sobre si era necesario decretar un estado de alarma por los actos de unas 500 personas o si el Viernes anterior al puente era el dia idoneo para sacar un decreto de semejantes proporciones como el que afectaba a los controladores.

La oposición ha decido apoyar al ejecutivo, que es lo que toca en este momento, mas como baston para que se sostengan las medidas tomadas que poner convencimiento propio. Por que, preguntense señores, que pasaría si la decisión de militarizar un colectivo la toma un gobierno del PP, ¿cuales serían los comentearios?

Y ahí se nos fue el puente, señores sin pena ni gloria.

España sigue siendo diferente, un grupo reducido de personas pone en jaque a un gobierno quien tiene que tirar de decretazos para "meterles en cintura" y que las cosas vuelvan a funcionar mínimamente, el país esta expectante ante que pasará, si se retira este estado de alarma y volvemos a la aparente normalidad, y mientras tanto, nuestra imagen exterior se debilita a pasos agigantados, nuestra economía sigue en total recesión, nuestro sistema educativo vuelve a poner de manifiesto sus carencias en los informes PISA y no parece que de aquí a finales de año vayamos a alcanzar tan siquiera una buena noticia o cuanto menos alguna esperanzadora, que nos anime a seguir levantando España.

sábado, 4 de diciembre de 2010

Esto es España

Vivimos teóricamente en un país del primer mundo, con las ventajas y desventajas que esto supone. Todo informatizado, la era de la comunicación, todo perfectamente estructurado y controlado, eso si, un grupo de trabajadores decide hacer una huelga encubierta y el país se va al traste. Y con todo esto, terminamos de esta manera.


Es curioso, que un grupo de trabajadores que ganan bastante mas que cualquier español medio, convoque de manera encubierta una huelga tan provocadora y devastadora como esta, en una situación económica como la actual. Si tenían algún tipo de razón, porque estaban defendiendo sus derechos particulares y profesionales, algo que se encuentra al amparo de la Constitución y la legalidad vigente, decir que han perdido toda esa razón y todos esos derechos con un acto tan deleznable como el que están realizando desde ayer por la tarde.


Pero aquí hay otra cara de la moneda, de la que parece nos estamos olvidando, ¿Que pasa con la responsabilidad del gobierno de España, del ministro de fomento y de un presidente del gobierno que esta "desaparecido en combate"?
Desde principios de año, se están viviendo situaciones complicadas con este colectivo, que venia mostrando intenciones de hacer un paro que tuviese estas consecuencias. Pero al gobierno no se le ocurrió una vía alternativa para atajar el posible problema que si tenia claro que se podía dar pues según palabras literales de la Ministra Salgado "Había indicios de que esto podía suceder".

Tampoco nos cuentan, que los problemas partieron a principios de esta semana pasada del aeropuerto de Santiago de Compostela, donde los controladores empezaron a superar el numero de horas que el gobierno les marco como máximo para trabajar, entonces empezaron a ausentarse de sus puestos de trabajo porque no les iban a retribuir las horas extras.


Tampoco nadie esta explicando porque se saca un decreto por parte de Fomento, en el que se le comunica a un grupo de trabajadores que sus horas de baja y sus horas sindicales no computan, cuando las de todos los trabajadores españoles, funcionarios y/o no, si les computan dichas horas sindicales y de baja como horas de trabajo, algo que esta marcado por ley.

Y sobre todo, nadie nos explica porque razón se están alargando en el tiempo las medidas para subsanar este problema. En casi 24 horas el gobierno de España no ha sido capaz de reabrir el espacio aéreo, ha ido dando pequeños pasos que no servían para nada. Primero un estado de militarización que no ha sido efectivo porque faltaba declarar un Estado de Alarma, y ahora que se declará esto último, que pasa si esta gente se despide de su puesto de trabajo o son detenidos por insubordinación a la autoridad militar ¿ contamos con personas, controladores, que los sustituyan?, por tanto igual las decisiones del gobierno están siendo inútiles.

Los medios de comunicación han informado a cuenta gotas o simplemente no lo han hecho de todo lo que esta sucediendo, tuvimos que estar pendientes de la radio y vía Internet de los medios internacionales que tenían más información que los de casa. Un hermetismo curioso si cabe, que a muchos de nuestros mayores les recordó, no se muy bien porque razón ya que yo no lo viví, a las “noches de los transitores”.

Y ante todo este papelón, España no tiene presidente del gobierno, porque todavía, en 24 horas no ha aparecido para dar una explicación a todas las cosas que han ido sucediendo en este tiempo.

Como conclusión, tendremos unas perdidas economicas que se sumarán a la grave situación actual que estamos viviendo como país, con una intervención comunitaria que planea sobre nuestras cabezas, y por otro lado a muchos españoles que han trabajado muchos meses para poder pasar unos días de vacaciones o con sus familias, a otros mucho pendientes de un vuelo para poder cerrar un negocio, un contrato,…..

¿No tendremos derecho a una respuesta clara e institucional a esta situación?.