Habemus candidato. Eso han gritado a los cuatro vientos los populares esta semana, después de que su Secretaria General, Maria Dolores de Cospedal, confirmara lo que casi todos sospechaban, el ministro Arias Cañete será el cabeza de lista del Partido Popular en las elecciones europeas.
La noticia llegaba cual rayo al Congreso, pillando de improviso al propio candidato, que leía en ese momento el programa electoral de sus contrincantes en las urnas. En cosa de minutos, al irse enterando sus compañeros de sala, se vio asediado por las felicitaciones de propios y extraños.
En esos primeros momentos iniciales, todos parecían contentos con la noticia, felicitaciones, buenas palabras... faltaba en la escena su principal rival política.
Elena Valenciano no supo regatear la situación. Los periodistas le preguntaban en la entrada del hemiciclo por la noticia de ultima hora y con cara de sorpresa, no atinó a dar una respuesta. Cuando llegó a su escaño sus compañeros le informaron de la nueva situación. La cara de la socialista se tornó en seria, sin que pudiese disimularlo. Le separaban apenas 5 metros del que los próximos días será su rival electoral, quizás lo suyo hubiese sido acercarse, y si bien no dar una felicitación, si un comentario amable. Pero la diputada, se limitó a sentarse y mirar de reojo hacia el ministro el resto de la sesión.
Todas las comparaciones son siempre odiosas y en este caso también, desequilibrando claramente la balanza a favor de los populares.
El Partido Popular ha tirado de retorica estas últimas semanas. Ha jugado al despiste, ha permitido la especulación, ha centrado la expectación mediática... en definitiva ha jugado con los tiempos. En eso Mariano Rajoy es un fuera de serie y lo ha demostrado una vez más. Sin candidato llevaban ventaja, y parece que con él, según los últimos datos, esta ventaja se amplia.
El PSOE propuso de comienzo una campaña de confrontación, no de ideas, si no de lados, de candidatos. "Juntos combatiremos a la derecha" rezaba uno de sus slogans. Esta propuesta de confrontación cara a cara, se ha visto diluida al conocer al oponente. Demasiado frontal quizás, esperaban otra propuesta o quizás se han equivocado de línea porque no valoraron todas las opciones y se han apresurado en el tiempo. Lo cierto, es que la idea no esta funcionando y las encuestas muestran que la propuesta socialista no acaba de arrancar.
El resto de propuestas electorales, de candidatos y de partidos, parecen relegados a un segundo plano. Incluso VOX que empezó fuerte, con presencia mediática y dando guerra, sobre todo a un sector de los populares, se ha diluido en el paso de los días y en la sombra de los titulares de semanas pasadas.
Las elecciones europeas se quedan, por tanto, en una carrera de dos. PP y PSOE medirán una vez más su capacidad para movilizar a los suyos, no nos engañemos, todo indica que la abstención será la tónica general y la gran vencedora de estos comicios.
Valenciano y Cañete tirarán de propuestas, pero sobro todo tirarán de experiencia propia.
Veremos por los populares la tranquilidad, la coherencia y el aval del trabajo bien hecho, como ministro en España y como Eurodiputado años atrás. Mientras los socialistas, se agarran a la vena social, a la igualdad, a la cara rompedora y a la mujer que dice lo que piensa, eso si, con poco aval en materia de trabajo.
Con esta campaña comienza la preparación de otras elecciones, las municipales, el punto de partida para las dos grandes formaciones políticas en España hacia esa meta. Pero ojo, no nos equivoquemos, el ensayo en esta ocasión puede ser imperfecto, el año de diferencia, marcará muchas cosas.
De momento, 25 de Mayo elecciones europeas, la decisión es tuya.
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